Mi Ventana Optica Cuando la partera es mala

 Por Alejandro Almánzar

Ante la ineptitud de la Comadrona, para ayudar a la mujer con el parto, la excusa recae sobre el órgano femenino de esta, decían nuestros viejos. Es lo que intenta hacer Nicolás Maduro, luego de llevar a Venezuela a la ingobernabilidad.

Intentando arrastrar a La República Dominicana y otros países del Caribe a sus conflictos con Los Estados Unidos, les acusa de orquestar una invasión armada al pueblo venezolano, la excusa perfecta del que no puede justificar su proceder.

Cuando lo cierto es, que su régimen es el único responsable del deterioro que política, social y económicamente sufre Venezuela, por su falta de tacto y prudencia en la toma de decisiones, por lo que pagará un alto precio político.

Su ofensa a estas naciones, se debe a que no quisieron seguirles sus juegos aventureros y antidemocráticos, para preparar elecciones fraudulentas, y mantener el poder de la forma más cavernaria y truculenta que se pudo inventar.

Si algo debería agradecer Maduro es, que estos países, por su convicción inminentemente democrática, tampoco les están haciendo coro al títere que eligió Donald Trump y Europa, para ponérselo de contrapeso político.

Si esa oposición tuviera un líder real, con aceptación política en la sociedad venezolana, que en lugar de aliarse, rechazara el intervencionismo de potencias, ya hace rato que Maduro no tuviera a Venezuela sumida en esa crisis.

También, debería agradecer, la torpeza de esa mal llamada oposición, y del presidente estadounidense, que con sus actuaciones, unificaron a nuestros países, que rechazan y rechazaran cualquier intervención contra la patria de Bolívar.

Que Trump y la Unión Europea, sirviendo de escudo protector de un falso líder, lo único que han hecho es unificar fuerzas, que aunque rechazamos su intolerancia, tampoco apoyamos la intromisión de nadie en sus asuntos internos.
Que abogamos y abogaremos por un arreglo político entre los venezolanos, sin la intromisión foránea, para poner fin a la crisis creada por él. Nadie con vocación democrática aceptará otra iniciativa que no sea la restauración de la Democracia venezolana, con la única intervención de sus hombres y mujeres calificados.

Que la tozudez del mandatario venezolano nos ha creado una carga de sentimientos encontrados, porque no aprobamos su antidemocrático proceder, pero tampoco, nos identificamos con esos bandidos opositores, que piensan asaltar el poder patrocinados por potencias, que sólo buscan saquear a Venezuela, como lo hicieron en el pasado.

Jamás, Venezuela confiará en gente que quieren el poder sin contar con la voluntad popular de su pueblo, capaces de aliarse a quienes buscan apropiarse del petróleo, y eso igual debe agradecer Maduro, que Venezuela tiene fresca esa historia de saqueo.

De ahí el temor, que la cura resulte peor que la enfermedad, porque quienes intentan instaurar allí a sus peones, no lo hacen por amor a Venezuela, si no, para llevarse sus riquezas y usarla para proyectos geopolíticos en la región.

Esa oposición narigoneada por botas interventoras, sólo cosechará el desprecio del pueblo y el mundo democrático, Maduro puede celebrar el fracaso de esos traidores, que intentaron llevar una intervención armada disfrazada de “Ayuda Humanitaria”, excusa con la que tantas veces pisotearon nuestras Soberanías.

Pero tampoco estamos obligados, a aceptar mandatos del chavismo fracasado, ni de la Habana, aunque Maduro imite a la mala partera justificando sus errores.

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