"Chalecos Amarillos" endurecen protestas y caos en Francia
Según estimaciones del Ministerio del Interior, por las calles de todo el país marcharon unas 40,500 personas –5,000 solo en la capital– y la policía aprehendió a 233.
Las autoridades emplearon fuerzas militares antiterroristas para resguardar edificios públicos e impidieron manifestarse en importantes avenidas de París.
La policía de París prohibió la celebración de manifestaciones en los Campos Elíseos, la plaza de Charles de Gaulle, y en las inmediaciones de la sede de la Cámara Baja del Parlamento francés.
Con esta, suman ya 19 semanas de protestas, que han crecido en número de manifestantes y dejado cuantiosos daños, entre ellos en 12 iglesias católicas.
De acuerdo con el titular, las detenciones tuvieron diversas causas, como intentar realizar manifestaciones en lugares prohibidos, la posesión de objetos peligrosos como bates de béisbol, y la voluntad expresa de provocar disturbios.
Del total de retenidos, 172 se mantienen este domingo bajo custodia policial, agregó.
El ministro indicó que fueron dadas indicaciones firmes para evitar la repetición de los sucesos ocurridos en el acto 18, en el cual algunos grupos de agitadores causaron serios daños a restaurantes, tiendas e instalaciones emblemáticas de los Campos Elíseos.
Las medidas dispuestas esta semana 'permitieron mantener el orden y evitar nuevos disturbios', subrayó Castaner.
Según cifras oficiales, más de 40 mil personas protestaron ayer en diversas ciudades del país y cinco mil lo hicieron en París, acciones que se desarrollaron mayormente en calma.
En el décimo noveno sábado consecutivo de movilización, los chalecos amarillos continuaron exigiendo un cambio de política gubernamental que garantice mayor justicia social y fiscal.
El movimiento tuvo su primera jornada de acción el 17 de noviembre de 2018 a raíz del aumento de precios del combustible decretado por el Gobierno, pero luego las reivindicaciones se ampliaron al incremento de impuestos en general y la pérdida del poder adquisitivo como resultado de la política gubernamental.
Ahora reclaman también reformar la Constitución en aras de una democracia plena y que los ciudadanos tengan la posibilidad de pedir e impulsar la realización de referendos nacionales sobre temas relevantes.
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