Lula preso, Temer detenido, ¿sigue Rousseff?
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| Fotomontaje de PanAm Post) |
BRASIL.-El escándalo de corrupción que llevó a dimitir la presidencia a Dilma Rousseff, y que dejó en su lugar a su vicepresidente Michel Temer, ahora tiene a este último en la cárcel y ella podría ser la próxima.
Ya está en prisión Lula da Silva, predecesor de ambos e integrante clave del Foro de Sao Paulo, lo que evidenció la profunda corrupción que existe en el proyecto socialista que predominó en el continente en las últimas dos décadas.
Ahora, el pasado jueves 21 de marzo, la Policía Federal brasileña arrestó al expresidente Michel Temer (2016-2018) por sus aparentes vínculos a la trama Lava Jato, nombre que se le ha dado a la mayor operación de combate a la corrupción en la historia de Brasil.A su vez, Lava Jato dejó al descubierto un gigantesco escándalo de desvíos de la petrolera estatal Petrobras, a la par de los riesgos de vincular la economía a la política por medio de las industrias nacionalizadas.
Durante su gestión como presidente, la Fiscalía ya había solicitado dos veces ante la Corte Suprema la apertura de juicios por corrupción contra Temer. Dada la inmunidad diplomática del momento, sumado a la inestabilidad que produciría la dimisión de dos presidentes consecutivos, el Congreso se negó a autorizar los procedimientos.
Una vez perdido el privilegio, los procesos contra el exmandatario fueron remitidos a jueces de primera instancia. Así, se convirtió en el segundo presidente en ser apresado, después de Lula, que cumple una sentencia de 12 años por corrupción.
La mayor denuncia que pesa en su contra es el pago de sobornos en el contrato con Eletronuclear para favorecer a dirigentes del MDB, la formación liderada por Temer.
Dilma Rousseff: la siguiente en la lista
Mientras Lula está preso y Temer detenido, Dilma Rousseff todavía goza de su libertad. Sin embargo, las “irregularidades” cometidas en su gestión fueron suficientes para que —a diferencia de Temer— no haya podido terminar su gestión.
Por medio de un juicio político en el Congreso Federal brasilero, fue acusada de cometer un ‘crimen de responsabilidad’ por manipulación de las cuentas fiscales del Estado.
Bajo su Gobierno se desataron los escándalos de corrupción en Petrobras.Las principales denuncias son de peculado y soborno dentro de la compañía estatal petrolera.
Por una amplia mayoría de 61 votos contra 21, aún gozando con inmunidad, se definió la salida definitiva de Rousseff del cargo.
Tras haber quedado en cuarto lugar en las elecciones legislativas, perdió sus aspiraciones al Senado de su estado natal (el mismo donde fue apuñalado Jair Bolsonaro durante su campaña presidencial) perdió también la posibilidad de tener inmunidad diplomática, de modo que con su predecesor y su sucesor presos, Dilma está en su punto más vulnerable.
El partido de Temer está comprometido
Marcelo Bretas es el juez federal de Río de Janeiro a cargo de ordenar la detención de Temer, al igual que el arresto del exministro Wellington Moreira Franco, colaborador del expresidente e integrante de su partido: Movimiento Democrático Brasileño (MDB).
Mientras duró el Gobierno de Temer, dirigentes de su partido controlaron todas las estatales del sector eléctrico del país. Como tal, los contratos cuestionados fueron firmados bajo su mando.
Fue José Antunes Sobrinho, dueño de la empresa Engevix, quien colaboró con la Justicia para delatar a sus cómplices. Así logró reducir sus condenas, pues él mismo confesó haber pagado sobornos al coronel de la reserva Joao Baptista Filma Filho, amigo cercano de Temer, y quien actualmente tiene una orden de prisión por uno de los contratos en la construcción de la central nuclear Angra 3.
De acuerdo con Antunes Sobrinho, el pago de las comisiones ilegales para favorecer al MDB era de conocimiento tanto de Temer como de Moreira Franco, que fue secretario general de la Presidencia y secretario de Aviación Civil en el Gobierno Temer, así como secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia en el Gobierno de Rousseff.
Actualmente pesan diez proceso contra el expresidente Temer, cinco de los cuales estaban en manos de la Corte Suprema. Sin el fuero que le daba inmunidad, ahora están siendo analizados por jueces de primera instancia.
A partir del primero de enero, fecha en la cual Jair Bolsonaro asumió la presidencia, se abrieron cinco más, por orden del magistrado Luis Roberto Barroso.
Dilma tiene una denuncia por detrimento de 580 millones dólares a Petrobras
Cabe resaltar que Rousseff también fue ministra de minas y energía (2003-2005), designada por Lula; así como Temer fue vicepresidente suyo en dos ocasiones. Por lo cual está estrechamente vinculada con dos políticos procesados.
Además, fue integrante del consejo de Petrobras. Ante lo cual el cuerpo técnico de la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM) pidió la condena de la expresidente Rousseff y otros exadministradores de Petrobras por la compra de la refinería estadounidense de Pasadena en 2006.
De acuerdo con su reclamo, Dilma y otros consejeros son acusados de haber faltado con deber de diligencia (no actuar de forma adecuada) en la aprobación del negocio que, según el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), causó un perjuicio de más de 580 millones dólares a la petrolera estatal.
Así, como piezas de dominó, van cayendo los involucrados en uno de los mayores casos de corrupción de la región. Dilma podría ser la siguiente.
Ya está en prisión Lula da Silva, predecesor de ambos e integrante clave del Foro de Sao Paulo, lo que evidenció la profunda corrupción que existe en el proyecto socialista que predominó en el continente en las últimas dos décadas.
Ahora, el pasado jueves 21 de marzo, la Policía Federal brasileña arrestó al expresidente Michel Temer (2016-2018) por sus aparentes vínculos a la trama Lava Jato, nombre que se le ha dado a la mayor operación de combate a la corrupción en la historia de Brasil.A su vez, Lava Jato dejó al descubierto un gigantesco escándalo de desvíos de la petrolera estatal Petrobras, a la par de los riesgos de vincular la economía a la política por medio de las industrias nacionalizadas.
Durante su gestión como presidente, la Fiscalía ya había solicitado dos veces ante la Corte Suprema la apertura de juicios por corrupción contra Temer. Dada la inmunidad diplomática del momento, sumado a la inestabilidad que produciría la dimisión de dos presidentes consecutivos, el Congreso se negó a autorizar los procedimientos.
Una vez perdido el privilegio, los procesos contra el exmandatario fueron remitidos a jueces de primera instancia. Así, se convirtió en el segundo presidente en ser apresado, después de Lula, que cumple una sentencia de 12 años por corrupción.
La mayor denuncia que pesa en su contra es el pago de sobornos en el contrato con Eletronuclear para favorecer a dirigentes del MDB, la formación liderada por Temer.
Dilma Rousseff: la siguiente en la lista
Mientras Lula está preso y Temer detenido, Dilma Rousseff todavía goza de su libertad. Sin embargo, las “irregularidades” cometidas en su gestión fueron suficientes para que —a diferencia de Temer— no haya podido terminar su gestión.
Por medio de un juicio político en el Congreso Federal brasilero, fue acusada de cometer un ‘crimen de responsabilidad’ por manipulación de las cuentas fiscales del Estado.
Bajo su Gobierno se desataron los escándalos de corrupción en Petrobras.Las principales denuncias son de peculado y soborno dentro de la compañía estatal petrolera.
Por una amplia mayoría de 61 votos contra 21, aún gozando con inmunidad, se definió la salida definitiva de Rousseff del cargo.
Tras haber quedado en cuarto lugar en las elecciones legislativas, perdió sus aspiraciones al Senado de su estado natal (el mismo donde fue apuñalado Jair Bolsonaro durante su campaña presidencial) perdió también la posibilidad de tener inmunidad diplomática, de modo que con su predecesor y su sucesor presos, Dilma está en su punto más vulnerable.
El partido de Temer está comprometido
Marcelo Bretas es el juez federal de Río de Janeiro a cargo de ordenar la detención de Temer, al igual que el arresto del exministro Wellington Moreira Franco, colaborador del expresidente e integrante de su partido: Movimiento Democrático Brasileño (MDB).
Mientras duró el Gobierno de Temer, dirigentes de su partido controlaron todas las estatales del sector eléctrico del país. Como tal, los contratos cuestionados fueron firmados bajo su mando.
Fue José Antunes Sobrinho, dueño de la empresa Engevix, quien colaboró con la Justicia para delatar a sus cómplices. Así logró reducir sus condenas, pues él mismo confesó haber pagado sobornos al coronel de la reserva Joao Baptista Filma Filho, amigo cercano de Temer, y quien actualmente tiene una orden de prisión por uno de los contratos en la construcción de la central nuclear Angra 3.
De acuerdo con Antunes Sobrinho, el pago de las comisiones ilegales para favorecer al MDB era de conocimiento tanto de Temer como de Moreira Franco, que fue secretario general de la Presidencia y secretario de Aviación Civil en el Gobierno Temer, así como secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia en el Gobierno de Rousseff.
Actualmente pesan diez proceso contra el expresidente Temer, cinco de los cuales estaban en manos de la Corte Suprema. Sin el fuero que le daba inmunidad, ahora están siendo analizados por jueces de primera instancia.
A partir del primero de enero, fecha en la cual Jair Bolsonaro asumió la presidencia, se abrieron cinco más, por orden del magistrado Luis Roberto Barroso.
Dilma tiene una denuncia por detrimento de 580 millones dólares a Petrobras
Cabe resaltar que Rousseff también fue ministra de minas y energía (2003-2005), designada por Lula; así como Temer fue vicepresidente suyo en dos ocasiones. Por lo cual está estrechamente vinculada con dos políticos procesados.
Además, fue integrante del consejo de Petrobras. Ante lo cual el cuerpo técnico de la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM) pidió la condena de la expresidente Rousseff y otros exadministradores de Petrobras por la compra de la refinería estadounidense de Pasadena en 2006.
De acuerdo con su reclamo, Dilma y otros consejeros son acusados de haber faltado con deber de diligencia (no actuar de forma adecuada) en la aprobación del negocio que, según el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), causó un perjuicio de más de 580 millones dólares a la petrolera estatal.
Así, como piezas de dominó, van cayendo los involucrados en uno de los mayores casos de corrupción de la región. Dilma podría ser la siguiente.
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