RD hacia una Hecatombe ambiental ( 2-4 )+ VIDEO



Desde que vi este documental en el 2014 sobre la destrucción del ecosistema de Quisqueya, tengo muy claro, a quien debemos pedir cuentas claras a la hora de abordar lo que viene sucediendo en la Isla en materia ambiental. Tan clara estoy y o que todo cuando haga el gobierno dominicano, a traves del Ministerio de Medio Ambiente como el propio presidente, Danilo Medina es pura pantalla.
En ediciones anteriores ya sea en otra plataforma digital como televisiva hemos tratado el problema , no para alarmar sino porque realmente me siento muy preocupada, a pesar de que no vivo , ni tengo en mente vivir en el país que me vio nacer, en lo que me resta de mi vida, Dios mediante.

El poder mediático del gobierno dominicano no puede seguir manipulando un mal de fondo , la población no puede estar a merced de unas autoridades cómplice de cuantos demanes se cometen contra los recursos naturales.

No solo los haitianos, estan contribuyendo  al desastre, tenemos altos mandos militares, que para nadie es un secreto son los dueños del negocio de la explotación de carbon, pero esa tecla nadie la quiere abordar. Me recuerda cuando trate el tema con varios técnicos ambientalistas y productores de Casabas de la Linea Noroeste.

Siempre es importantes recordar las consencuencia de esa deforestación indiscriminadas en ambas naciones la madrugada del 23 de mayo del 2004 el rio blanco, llamado Solie el cual nace en Haiti y desemboca en el lago Enriqullo arrazó con el barrio la cuarenta en Jimani ubicado a las orilla del referido rio. Se estima mas de cinco mil personas muertas .

Se siguen cortando y quemando las especies de cambrón (Prosopis Juliflora), campeche (Haemtoxilum Campechae), caimito, mango y pinos, éste último usado para sacar astillas de cuaba, lo que tiene gran demanda en Haiti . Ahora bien las zonas más afectadas son la desembocadura del río Masacre en la bahía de Manzanillo y las zonas boscosas de La Laguna que componen el Parque Nacional Montecristi, a lo largo de la carretera Montecristi-Dajabón, y en las comunidades El Coco, de Dajabón; Los Pinos, Loma de Cabrera,Santiago de la Cruz, El Cambronal, Capotillo, y el Tamarindo. 


 
El Gobierno dominicano consideró el pasado sábado que la severa sequía que afecta al país, asociada a los efectos del fenómeno de El Niño, empezará a desaparecer con las lluvias que se predicen para mayo, aunque sectores ambientalistas afirman que la situación debe tratarse de manera estructural y no coyuntural.

El asesor científico del Poder Ejecutivo, Osiris de León, estimó que las autoridades han enfrentado el problema con decisión y a tiempo y abogó por que la ciudadanía tome conciencia y ahorre el consumo del agua, para que la situación no sea más difícil.

“Consideramos que para la segunda semana de mayo se producirá un aumento en la cantidad de vapor de agua sobre el océano Atlántico, lo que implicaría más nubes cargadas de vapor de agua y por consiguiente tendremos más lluvias”, afirmó De León indagado por Efe.

En torno a esto, dijo que sugirió al presidente dominicano, Danilo Medina, ordenar el inicio de una campaña de educación en la cual se explique la situación de crisis y se pida a la población constribuir con el ahorro del agua.

El funcionario estimó que el país dispone en estos momentos de unos 560 millones de metros cúbicos de agua lo que, por el momento, es suficiente para el uso humano, siempre y cuando se racionalice el uso del líquido.

Reveló que en la zona noroeste del país, que junto a la suroeste han sido las más afectadas por la sequía, han muerto 1,090 cabezas de ganado que el Gobierno ha prometido compensar a través de un fondo millonario, que también utilizará para auxiliar a los agricultores de esas regiones.

Aseguró que la situación no ha llegado al grado de calamidad porque el país dispone de 34 presas.

Mientras, el catedrático universitario y uno de los más activos ambientalistas locales Luis Carvajal consideró que el gran problema de la República Dominicana no es la sequía en sí, sino la “vulnerabilidad” de las estructuras medioambientales que, aseguró, son violentadas por las propias autoridades.

A su juicio, uno de los mayores problemas en el sector lo constituye la destrucción de vegetación de alta montaña que se produce con la indiferencia y, en ocasiones, con la propia complicidad del Gobierno.

“Aquí el Ministerio de Medio Ambiente permite la extracción irregular de materiales, se permite el desmonte de árboles en lugares protegidos por la ley (…) si cuando llueve nuestros bosques no pueden retener el agua, no podemos resguardar los acuíferos y ahí está parte del problema”, dijo Carvajal a Efe.

También se quejó de la explotación minera existente en el país y de la que se tiene previsto expandir.

Carvajal opina que los planes de contingencia anunciados por el Gobierno no corresponden a una política de ordenamiento territorial efectiva, y denunció que en lugares protegidos como Bahoruco (suroeste) “un grupito” tiene “secuestrada” el agua que debe llegar a miles de familias de la región.

“Si no frenamos la extracción de agregados, si no se regula la demanda de agua, si se continúa permitiendo la formación de pozos subterráneos de forma indiscriminada, que causan la salinización del agua, no tendremos manera de combatir procesos como la sequía”, agregó el especialista.

Aseguró, además, que las autoridades han dispuesto planes de reforestación pero sin tomar en cuenta cómo hacerlo correctamente, además de que el Ministerio de Medio Ambiente otorga permisos para el cultivo en zonas protegidas.

“Hemos visto a las autoridades de Medio Ambiente justificando la siembra de productos en las propias montañas, bajo el argumento de que no se puede destruir comida, eso no es posible”, se quejó Carvajal.

Dijo que más que construir presas, lo que hay que hacer es garantizar que los ecosistemas no pierdan la capacidad de captar agua.

Hace cuatro años el país enfrentó una sequía similar que causó pérdidas millonarias en la ganadería y la agricultura.

Es cierto que la República Dominicana ha sentido por años los cambios buscos del clima, unas veces expresados en prolongadas sequías y otras en copiosas lluvias, que se presentan, incluso, en épocas en las que –ni remotamente- se espera que haya inundaciones por efecto de éstas.

Esos lados extremos del clima han restado vuelo al sector agropecuario, disminuyendo su aporte a la economía, afectando muchas veces el Presupuesto Nacional. El cuadro actual que presenta el país en materia de agua ha vuelto a despertar las alarmas. Pero si bien las “oraciones” actuales van dirigidas a que “el cielo se vaya en agua”, otras veces las plegarias han sido para que éstas se detengan. Recuerden que eso ocurrió, por ejemplo, a inicios de diciembre de 2016 cuando los torrenciales aguaceros causaron inundaciones que, en lugares como Monte Cristi y Valverde, prácticamente arrasaron plantaciones de banano, mientras en la provincia Espaillat y otros puntos del país afectaron rubros diversos.

En el año 2015 había sido totalmente distinto; fue un año esencialmente seco, tanto, que prácticamente afectó a todos los renglones de la producción agrícola. En el Cibao, una región altamente productiva y de tierras fértiles, transcurrió un tiempo considerable sin que se pudiera sembrar yuca y lo mismo ocurrió con el plátano. En el valle agrícola de San Juan (al Sur del país) se perdieron para entonces 3,600 tareas de cebolla, 7,000 tareas de maíz y varios miles de tareas de frutos, de acuerdo con datos ofrecidos para entonces por el Comité Agropecuario Unitario de la citada provincia.

En la provincia Peravia hubo cosechas enteras de sandía afectadas, berenjenas que no pudieron crecer, áreas para siembras de cebolla que debieron ser reducidas, matas de mango que no pudieron parir y pastos de ganado que cambiaron de color verde a amarillo seco, así como productores de ají que no pudieron pagar completo los préstamos que tomaron para las siembras. De otro lado, se vieron afectadas o bajo amenaza 22,013 tareas de plátanos, 21,980 de guineos, 6,800 tareas de lechosa, 2,240 de yuca, 315 de ají, 600 de habichuelas, 360 de pepinos, 829 de molondrones, 4,065 de aguacates, 6,510 de pastos para animales.

En lo que respecta 2016, en la Línea Noroeste, en la historia reciente no se había visto una situación como la de finales de ese año, en materia de daños a la producción bananera, pero no por caso de sequía, sino por mucha agua. El drama más parecido que se recuerda en esa zona fue el provocado por las tormentas Noel y Olga a finales de 2007, pero la magnitud de los daños de aquella vez no se compara la con la de 2016, en lo que a la citada musácea se refiere.

La Asociación de Exportadores de Banano de Monte Cristi, calculó que hubo 112,000 tareas afectadas o quizás más. Los daños a la producción bananera de las provincias Monte Cristi y Valverde se estimaron, preliminarmente, en 3,000 millones de pesos. La Asociación Dominicana de productores de Banano (Adobanano) calculó -de otro lado- que en el noroeste, en general, los daños al sector bananero ascendieron a los 4,000 millones de pesos y que las tareas afectadas por las riadas sumaron 173,000. 
 
 
Las inundaciones de diciembre de 2016 afectaron los bananos de Mao y Montecristi.

Vacas que no resistieron, cultivos que aún viven y no se esta seguro si lo haran debido a que  “estamos hablando que es la sequía más acentuada en los últimos 50 años”, según informó el ingeniero Olgo Fernández, director del Indri.

En julio de 2018 el Gobierno debió perdir al sector arrocero, que no hiciera la tercera cosecha de ese cereal, porque se arriesgaba a tener dificultades en el camino por la carencia de agua. Aunque concretamente, la tercera cosecha arrocera a la que se refería el Gobierno en la práctica no existe como tal, sino que lo que ocurre es que algunos productores plantan de nuevo tras el corte de su segunda cosecha. “Nosotros no estamos de acuerdo con implementar esa tercera cosecha, especialmente en aquellas zonas donde hay serias dificultades con el agua, como es el caso del valle de San Juan”, expresó en ese momento el presidente de la Feeración Nacional de Productores de Arroz (Fenarroz), Mauricio María.

Como consecuencia de la actual escasez de agua en el país han muerto 1,190 vacas, según informó la pasada semana el ministro de Agricultura, Osmar Benítez. En una rueda de prensa en su despacho aseguró que en lo referente a cultivos agrícolas solo ha habido impacto en Monte Cristi por la sequía.

Si el agua es mucha también hay riesgos; vienen inundaciones

En 2017 otros fenómenos meteorológicos volvieron a causar estragos, con lluvias. Uno de ellos fue Irma, que el 7 de septiembre asomó su ojo a una distancia de 150 kilómetros de la costa de Samaná, convertido en huracán de categoría 5 y vientos de 290 kilómetros por hora, y forzó al Gobierno a suspender todas las actividades.

Una semana después de Irma llegó María y juntos –de categoría 5- formaron el dúo de los huracanes más intensos del año. María se acercó a unos 90 kilómetros de la costa de Puerto Plata con categoría 4, provocando graves daños en esa provincia que ya había sido devastada por las constantes lluvias ocurridas también en esa zona entre marzo y abril de 2017.
 
El huracán María dejó acumulados de lluvias de hasta 500 milímetros, 9,529 viviendas anegadas y 188 destruidas y otras 861 recibieron destrucción parcial, de acuerdo con reportes oficiales. Los daños se sintieron más en las franjas norte y este del país. En agricultura se calculó que más de 790,000 tareas fueron afectadas, lo que generó pérdidas por RD$1,098 millones, conforme las estimaciones del Ministro de Agricultura. Para mitigar los efectos de esos fenómenos el Gobierno comprometió parte del presupuesto de 2018.
 
A los desastres dejados por Irma y María se sumaron daños por RD$50,000 millones en infraestructura, provocados por las constantes lluvias que hubo entre noviembre de 2016 y marzo de 2017.

Mediciones hechas por el Índice de Vulnerabilidad

En América Latina y el Caribe, en 2017 este país ocupó el quinto lugar entre diez de la región incluidos en la categoría de riesgo extremo, en el Índice de Vulnerabilidad al Cambio Climático, que mide los índices de exposición, sensibilidad y capacidad adaptativa. En el índice de sensibilidad, que analiza la susceptibilidad de la población a sequías, incendios forestales, ciclones, tormentas tropicales, y otros fenómenos extremos relacionados con el clima, el país ocupó el segundo lugar, según el citado índice. En el de exposición, que evalúa el riesgo de ser impactado por esos fenómenos, el país se ubicó en el sexto lugar.

En el índice de capacidad adaptativa, que estima la habilidad o el potencial de las instituciones de los países, su economía y su sociedad para ajustarse a las presiones existentes o previstas resultantes del cambio climático o para aprovecharlas, el país se ubica en el noveno lugar. En todos los casos el país quedó en rojo, según un estudio de la Corporación Andina de Fomento (CAF) del 2014.

A ganaderos

El indrhi ha hecho 198 pozos para hacer frente al faltante de agua, informó la semana pasada el ministro Osmar Benítez.

Adelantado

El 7 de agasto del año pasado 2018 el presidente Danilo Medina recibió un informe de la proyección de la sequía.

Trayectoria

En el año 2016 llovió por 47 días y la industria bananera se afectó por las inundaciones, aseguró Omar Benítez. 


Las presas Monción, Rincón, Tavera-Bao y Sabana Yegua están a solo semanas de llegar a niveles críticos y planteó la importancia de no esperar a que eso ocurra para tomar medidas de choque, con la contundencia que el caso amerita.

La institución, que está conformada por el Consorcio Ambiental Dominicano, la Fundación Ecológica Punta Cana, la Fundación Loma Quita Espuela, el Grupo Jaragua, el Instituto de Derecho Ambiental, Intec-Ecológico, la Sociedad Ecológica del Cibao y la Sociedad Omitológica Hispaniola, dijo que la situación debe afrontarse con todos los recursos al alcance de las autoridades. La fundación aseguró que la intensa sequía que azota gran parte de la República Dominicana podría extenderse hasta fines de mayo. “Para entonces, las consecuencias ambientales, económicas y humanas podrían ser catastróficas”, advirtió.

Los planteamientos de Acción Verde coinciden con lo externado el pasado domingo por el director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Olgo Fernández, quien indicó que la sequía que hace meses afecta a la República Dominicana se encuentra en su peor momento. Fernández explicó que la situación es de tal magnitud, que a varios de los embalses con que cuenta el país apenas les queda un mes de agua disponible para riego. “Estamos en el peor momento de una sequía cíclica desde hace alrededor de 50 años.

Esta es una situación que es para ponerle atención”, dijo el funcionario del Indrhi. Entrevistado por Héctor Herrera Cabral en el programa D’ Agenda, Olgo Fernández confirmó que la mayoría de los embalses está en situación crítica, a tal nivel que la presa de Rincón solamente tiene disponible dos millones de metros cúbicos de agua, lo que implica que en 30 días se consume esa cantidad. Al abordar el tema explicó que eso se debe a que la presa de Rincón tiene un flujo de entrada muy bajo, de solamente 2.5 metros cúbicos.

“Y la presa de Sabana Yegua está también en un momento tal, que nos llevó a sostener una reunión con la gente de Bahoruco, Independencia y Barahona para graduar los despachos. ya que el protocolo establecido es el tandeo; pero quedamos que de los 12 metros cúbicos que servíamos solo enviaremos siete hacia abajo y aprovecharemos cinco en Azua“, explicó. De la Fundación Acción Verde forman parte Domingo Abreu Collado, Domingo Rodríguez, Eleuterio Martínez, Kelvin Guerrero, Luis Carvajal, Nelson Bautista, Ramón Colombo, Roberto Sánchez y Simeón Guerrero, según consta en la página de internet de esa organización. “A veces tenemos la impresión que la ciudadanía no está debidamente informada sobre la magnitud de la crisis que nos afecta; para el ciudadano común todo está normal, mientras tenga agua en su ducha o su cisterna, cuando en realidad hace tiempo debiéramos estar racionando el líquido, sea por regulación o por conciencia, y limitar al máximo las actividades no prioritarias como lavado de vehículos, riego de jardines, uso de piscinas y otros usos menos importantes. Hay que preservar la producción y más que todo el abasto de agua para consumo humano”, alertó la entidad ambientalista en un documento de prensa.

Tomando como base un reciente boletín del Instituto Caribeño de Meteorología e Hidrología, la fundación alertó al gobierno central y a la población en general, sobre la necesidad imperiosa de extremar los esfuerzos por racionar el consumo de agua a nivel nacional, pero en especial en las regiones norte, noroeste, sur y suroeste del país. Dijo que la crisis de agua demuestra que, si bien es necesaria la construcción de presas y lagunas, aún más importante es cuidar y proteger las cuencas de los ríos que abastecen estos embalses.
 
Para la gente de Acción Verde no es prudente ni recomendable seguir construyendo infraestructuras para almacenar agua, sin que primero o a la par se restauren debidamente las cuencas hidrológicas y se protejan los llamados bosques generadores de agua”, indicó la entidad de carácter privado, sin fines de lucro ni políticos partidarios.

Continuará...



 




 
 
 
 







 
 








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