Mi Ventana Óptica Sin necesidad alguna
Por Alejandro Almánzar
Cuando el presidente Medina, recobre el razonamiento y la sensatez, sobre el peso del juicio de la historia, contra quienes creen que el poder es para usarlo, posiblemente se avergüence de haber incursionado en la política.
Porque nadie entiende, la necesidad de embarcarse en un proceso inaudito, de reformar la Constitución, con el único pretexto de él ser favorecido, como si esta es la que debiera someterse a su voluntad, y no él a su mandato.
En su despropósito, ha llegado a intervenir al Primer Poder del Estado, vigilado con equipos de espionajes y sometido a un cerco militar. Por menos que eso, en 1974, los estadounidenses obligaron a Nixon a renunciar de la presidencia.
Hacía mucho, no veíamos en el país tanta temeridad política, para un presidente mantenerse a sangre y fuego en el cargo, quebrantando el Estado de Derechos, establecido en esa misma Constitución que violan sistemáticamente.
No vemos necesidad alguna, porque Danilo no está acabado por la edad, su gestión de gobierno es bien valorada por la población, sin embargo, con ese antidemocrático proceder, lo está empañando todo, y terminará de la peor manera.
Entonces, debió esperar una nueva oportunidad, que el sistema lo habilite, para optar de nuevo por la presidencia, como ha sucedido en otras ocasiones, y no abocarse en una Reforma Constitucional, mostrando tanta falta de civismo.
Nadie le perdonaría, que su lucha contra Fernández, lo llevara a tanta torpeza política, junto a un Comité Político, que acomodado en el poder, poco le importa enlodar las mejores obras de gobiernos de partido alguno en la historia republicana.
Su familia debe estar avergonzada desde ya, con que funcionarios de La Casa Blanca, hayan tenido que llamarle, para advertirle, sobre el rompimiento del orden constitucional, para él permanecer en el poder más allá de lo debido.
Pero si están convencidos de que el PLD cumplió su misión histórica, quizás sea algo que la sociedad no le perdonaría, porque sería exponerla a la debacle del 2000, con la economía, y la propia institucionalidad, donde todo fue profanado en nombre del poder.
Otro que dejó ver su ropa íntima, fue Reynaldo Pared, quien en lugar de mediar en el conflicto, se coloca del lado de quienes buscan vulnerar la institucionalidad democrática, y en cambio, la emprende contra quienes dicen defenderla.
Temístocles Montas, lo justifica, alegando las aspiraciones de Leonel, olvidando que diferente a Medina, Fernández, no está impedido constitucionalmente. Que el problema lo tiene su Comité Político, que debe establecer normas democráticas, para regular la permanencia en cargos dirigenciales, y controlar a quienes se creen los únicos con derechos a ser presidenciables en ese Partido de Juan Bosch.
En eso, Melanio Pared, tiene razón, al decir, que su Partido está sin dirección, porque tanto su presidente, el secretario general, y demás, son el producto de arreglos entre grupos. Algo que Leonel no debió aceptar, pues sabiendo que tiene el respaldo de su militancia, debió exigir que todos se sometieran al escrutinio de la base.
El presidente cree erróneamente, que decir “no he tomado ninguna decisión sobre la reelección” calma la ira de la población, y por el contrario, esto aumenta el repudio a sus pretensiones antidemocráticas, porque sus hechos dicen más que mil palabras. En verdad, no entendemos tan absurdo proceder.
alex15958@hotmail.com
Twitter, @alexalma09
Cuando el presidente Medina, recobre el razonamiento y la sensatez, sobre el peso del juicio de la historia, contra quienes creen que el poder es para usarlo, posiblemente se avergüence de haber incursionado en la política.
Porque nadie entiende, la necesidad de embarcarse en un proceso inaudito, de reformar la Constitución, con el único pretexto de él ser favorecido, como si esta es la que debiera someterse a su voluntad, y no él a su mandato.
En su despropósito, ha llegado a intervenir al Primer Poder del Estado, vigilado con equipos de espionajes y sometido a un cerco militar. Por menos que eso, en 1974, los estadounidenses obligaron a Nixon a renunciar de la presidencia.
Hacía mucho, no veíamos en el país tanta temeridad política, para un presidente mantenerse a sangre y fuego en el cargo, quebrantando el Estado de Derechos, establecido en esa misma Constitución que violan sistemáticamente.
No vemos necesidad alguna, porque Danilo no está acabado por la edad, su gestión de gobierno es bien valorada por la población, sin embargo, con ese antidemocrático proceder, lo está empañando todo, y terminará de la peor manera.
Entonces, debió esperar una nueva oportunidad, que el sistema lo habilite, para optar de nuevo por la presidencia, como ha sucedido en otras ocasiones, y no abocarse en una Reforma Constitucional, mostrando tanta falta de civismo.
Nadie le perdonaría, que su lucha contra Fernández, lo llevara a tanta torpeza política, junto a un Comité Político, que acomodado en el poder, poco le importa enlodar las mejores obras de gobiernos de partido alguno en la historia republicana.
Su familia debe estar avergonzada desde ya, con que funcionarios de La Casa Blanca, hayan tenido que llamarle, para advertirle, sobre el rompimiento del orden constitucional, para él permanecer en el poder más allá de lo debido.
Pero si están convencidos de que el PLD cumplió su misión histórica, quizás sea algo que la sociedad no le perdonaría, porque sería exponerla a la debacle del 2000, con la economía, y la propia institucionalidad, donde todo fue profanado en nombre del poder.
Otro que dejó ver su ropa íntima, fue Reynaldo Pared, quien en lugar de mediar en el conflicto, se coloca del lado de quienes buscan vulnerar la institucionalidad democrática, y en cambio, la emprende contra quienes dicen defenderla.
Temístocles Montas, lo justifica, alegando las aspiraciones de Leonel, olvidando que diferente a Medina, Fernández, no está impedido constitucionalmente. Que el problema lo tiene su Comité Político, que debe establecer normas democráticas, para regular la permanencia en cargos dirigenciales, y controlar a quienes se creen los únicos con derechos a ser presidenciables en ese Partido de Juan Bosch.
En eso, Melanio Pared, tiene razón, al decir, que su Partido está sin dirección, porque tanto su presidente, el secretario general, y demás, son el producto de arreglos entre grupos. Algo que Leonel no debió aceptar, pues sabiendo que tiene el respaldo de su militancia, debió exigir que todos se sometieran al escrutinio de la base.
El presidente cree erróneamente, que decir “no he tomado ninguna decisión sobre la reelección” calma la ira de la población, y por el contrario, esto aumenta el repudio a sus pretensiones antidemocráticas, porque sus hechos dicen más que mil palabras. En verdad, no entendemos tan absurdo proceder.
alex15958@hotmail.com
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