Mi Ventana Óptica Mi Ventana Óptica
Por Alejandro Almánzar
Bautizado como Oro Negro, por el valor e incidencia en la economía mundial, la historia del Petróleo se remonta al año 347, antes de Cristo, cuando los chinos perforaban la tierra hasta 240 metros en su búsqueda.
Contrario a las sofisticadas maquinarias empleadas hoy, para sacarlo de la entraña de la tierra, China usaba el Bambú, para alcanzar esas profundidades, y fue con esta planta que se construyó el primer Oleoducto, para su almacenamiento.
Era usado para obtener Sal, durante el siglo X, existían grandes Oleoductos de Bambú, conectados entre los pozos de Petróleo y la fuente de Sal. Antiguos registros de China y Japón, hablan del uso de Gas Natural, para iluminación y calefacción.
En el siglo VII, ya se conocía en Japón, como “Agua Ardiente”, mientras al norteamericano, Edwin Drake, se le atribuye haber perforado el primer pozo petrolero en esta parte del Mundo, en 1859, en las proximidades de Pennsylvania.
A él, se le debe también el mercado petrolero, y haber separado la Kerosina del mismo. Los pueblos originarios de Venezuela, ya utilizaban Petróleo crudo y Asfalto, que obtenían naturalmente del suelo, en años anteriores a la colonización.
Ese líquido espeso, era conocido por los lugareños como “Mene”, usado con fines medicinales, e iluminación. A finales del siglo XV, los conquistadores españoles aprendieron de los indígenas, el uso del Asfalto natural, para calafatear los Barcos, y tratamiento de sus armas.
El primer envío de Petróleo documentado en Venezuela, data de 1539, conteniendo un único barril. Como vemos, este recurso que mueve al mundo, y que ha provocado grandes conflictos bélicos entre potencias, apareció como algo de uso doméstico.
Gracias a su existencia, el mundo moderno muestra mayores avances y desarrollos, aunque es palpable el daño provocado a la Naturaleza, y buscar entre bondades y perjuicio, no es tarea fácil para llegar a una conclusión satisfactoria.
Lo que nadie duda es, que este se consume en todo el mundo, tanto en la industria automotriz, como en la producción de energía y oros, aunque ambas empresas buscan liberarse del Petróleo, que tantas vidas ha hecho ganar y perder a la vez.
Ya hay naciones, que en un futuro no muy lejano estarán reduciendo al mínimo el uso y consumo de éste, por los daños al Medio Ambiente, pero es sólo puros ensayos, pues no se trata de una amenaza seria contra esta poderosa industria por el momento.
Un barril de Petróleo contiene 159 litros, y en 1970, su precio era de 3,09 USD, hoy, casi 50 años después, este ronda los 70 dólares, sin olvidar, que en años no tan lejanos, superó los 100 dólares, afectando las distintas economía.
Sobre todo, las de países en desarrollo, que se vieron ahogados por la factura petrolera. El mundo tiene muchas alternativas para renunciar a su dependencia, pero intereses particulares que en este comercio intervienen son más poderosos que el resto de la humanidad, que sólo puede aplicar aquello de “esto es Lentejas, lo coges, o lo dejas”.
Algo que finalmente no podemos pasar por alto es, que la mayoría de las naciones productoras de hidrocarburos no muestran ese gran desarrollo, donde sus ciudadanos viven en condiciones tan precarias, que poco o nada tienen que envidiarles a países pobres que no comercializan dicho carburante.
Fuente: Biblioteca Digital.ilce.edu.mx
alex15958@hotmail.com
Twitter, @alexalma09
Bautizado como Oro Negro, por el valor e incidencia en la economía mundial, la historia del Petróleo se remonta al año 347, antes de Cristo, cuando los chinos perforaban la tierra hasta 240 metros en su búsqueda.
Contrario a las sofisticadas maquinarias empleadas hoy, para sacarlo de la entraña de la tierra, China usaba el Bambú, para alcanzar esas profundidades, y fue con esta planta que se construyó el primer Oleoducto, para su almacenamiento.
Era usado para obtener Sal, durante el siglo X, existían grandes Oleoductos de Bambú, conectados entre los pozos de Petróleo y la fuente de Sal. Antiguos registros de China y Japón, hablan del uso de Gas Natural, para iluminación y calefacción.
En el siglo VII, ya se conocía en Japón, como “Agua Ardiente”, mientras al norteamericano, Edwin Drake, se le atribuye haber perforado el primer pozo petrolero en esta parte del Mundo, en 1859, en las proximidades de Pennsylvania.
A él, se le debe también el mercado petrolero, y haber separado la Kerosina del mismo. Los pueblos originarios de Venezuela, ya utilizaban Petróleo crudo y Asfalto, que obtenían naturalmente del suelo, en años anteriores a la colonización.
Ese líquido espeso, era conocido por los lugareños como “Mene”, usado con fines medicinales, e iluminación. A finales del siglo XV, los conquistadores españoles aprendieron de los indígenas, el uso del Asfalto natural, para calafatear los Barcos, y tratamiento de sus armas.
El primer envío de Petróleo documentado en Venezuela, data de 1539, conteniendo un único barril. Como vemos, este recurso que mueve al mundo, y que ha provocado grandes conflictos bélicos entre potencias, apareció como algo de uso doméstico.
Gracias a su existencia, el mundo moderno muestra mayores avances y desarrollos, aunque es palpable el daño provocado a la Naturaleza, y buscar entre bondades y perjuicio, no es tarea fácil para llegar a una conclusión satisfactoria.
Lo que nadie duda es, que este se consume en todo el mundo, tanto en la industria automotriz, como en la producción de energía y oros, aunque ambas empresas buscan liberarse del Petróleo, que tantas vidas ha hecho ganar y perder a la vez.
Ya hay naciones, que en un futuro no muy lejano estarán reduciendo al mínimo el uso y consumo de éste, por los daños al Medio Ambiente, pero es sólo puros ensayos, pues no se trata de una amenaza seria contra esta poderosa industria por el momento.
Un barril de Petróleo contiene 159 litros, y en 1970, su precio era de 3,09 USD, hoy, casi 50 años después, este ronda los 70 dólares, sin olvidar, que en años no tan lejanos, superó los 100 dólares, afectando las distintas economía.
Sobre todo, las de países en desarrollo, que se vieron ahogados por la factura petrolera. El mundo tiene muchas alternativas para renunciar a su dependencia, pero intereses particulares que en este comercio intervienen son más poderosos que el resto de la humanidad, que sólo puede aplicar aquello de “esto es Lentejas, lo coges, o lo dejas”.
Algo que finalmente no podemos pasar por alto es, que la mayoría de las naciones productoras de hidrocarburos no muestran ese gran desarrollo, donde sus ciudadanos viven en condiciones tan precarias, que poco o nada tienen que envidiarles a países pobres que no comercializan dicho carburante.
Fuente: Biblioteca Digital.ilce.edu.mx
alex15958@hotmail.com
Twitter, @alexalma09
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